Los miedos

En los tiempos que corren las personas han adoptado una postura de resignación, de adaptación al cambio de forma sumisa.

La nueva realidad esta cambiando el escenario, esta haciendo que el miedo se apodere de nosotros, que no nos deje pensar, o que pensemos de otra forma.

Es cierto que desde el otoño de 2007, empezamos a ver como se desvanecía el espejismo de la economía mundial.

Llevábamos hablando casi una década de la globalización, de la necesidad de crecer más y más, y nos hicieron creer que ese era el camino, se desmantelaron las industrias, se las llevaron a países en desarrollo, donde se explota a la gente, donde no se respetan sus derechos, lo que importa es producir a bajo coste.

Parece mentira pero esa doble moral de los países “desarrollados”, han convertido en autenticas potencias, a los países llamados emergentes.

Yo no soy economista y no quiero emitir juicios sobre esta materia, pero la economía tiene mucho de sentido común, lo que nos puede hacer pensar, que se han equivocado, no con dar oportunidades a otros países y facilitar su desarrollo, sino, con poner la mayor parte de la industria en sus manos, mientras aquí, aumenta el paro, se dispara la deuda, no tenemos crédito y se esta cuestionando el sistema universal de salud, la educación, las policías sociales, aunque dejan para mas adelante, la reorganización del estados, de las administraciones, la duplicidad de competencias, la política de subvenciones, etc. etc.

A hora oímos hablar un día si y otro también, de los mercados y de la deuda, pero nos hemos parado a pensar ¿Quines son los mercados?, ¿Qué dinero tienen y de donde procede? Saben que mucho dinero de esos mercados, procede de dictaduras, de países cuyos dirigentes no les dan oportunidades a sus pueblos, pero que amasan enormes fortunas que por su puesto, las tienen a buen recaudo en otros países, de los países llamados emergentes, y por su puesto de la banca, que juega con los ahorros de todos.

Ya hemos visto cómo han hundido a países, han modificados sus políticas y han cambiado los gobiernos.

No es para menos, pero el miedo no conduce a nada, salvo a la anulación y a la destrucción.

Creo y pienso firmemente, que hay que revelarse, cambiar, adoptar una postura activa, con convicción, y aprovechar todos las oportunidades que esta crisis nos esta brindando, para hacer negocios mas competitivos, mas atractivos para el consumidor, mas ajustados a sus necesidades, pensando en él “cliente”, sus gustos, sus hábitos, su forma de vida.

Tengamos lo que necesitan, lo que ellos demandan y no a la inversa, comprando productos para llenar estanterías y escaparates, que luego nadie compra, por que el cliente, tú cliente, esta cambiando, sus necesidades son otras y la situación es otra.
Aprovechar la nueva realidad para reinventar nuestros negocios, para buscar el segmento o micro segmento al que nos queremos dirigir, pues hay que especializarse, ser diferentes y portar valor.

Esto con miedo, no se puede hacer, piénsalo y cambia, no esperes, aunque después de esta crisis vendrán otras.