Jubilación forzosa

Hoy 4 de octubre, tuve la suerte de volar por última vez con el Comandante D. Martín Gonzalez de la compañía Islas, en el que era su último vuelo, un viaje que sin duda no olvidará.
Como siempre recibiendo a los pasajeros a pie de escalerilla como es su costumbre, esta vez, con los medios de comunicación como testigos y atravesando un arco de agua que a modo de homenaje le brindaban los miembros del parque de bomberos del aeropuerto.
Ya en vuelo, notablemente emocionado se dirigió a los pasajeros en el que sería su último vuelo como comandante, recibiendo un caluroso aplauso por parte de todo el pasaje.
Con mas de treinta y cinco años de servicio, realizando el sueño para el que según el había nacido, es un privilegiado al que la edad le pone límite, condenándolo al retiro forzoso.
En una breve despedida con un apretón de manos, le dije, "no se acaba nada, ahora es que empieza".
Seguro que encontrará un nuevo sueño con el que llenar su tiempo, al menos eso es lo que le deseo de corazón.
a D. Martín González, una ave de altos vuelos